domingo, 29 de noviembre de 2009

Japon Dia 2: Osaka y Kyoto

La "noche" fué bastante corta. Con eso de estar volando hacia el Este, 8 horas habían desaparecido de nuestras vidas así que entre cabezadas y paseos por el pasillo del avión se hizo de día y volvieron a dar las luces.

Poco después nos trajeron el desayuno y estuvimos de cháchara con el compañero de asiento que tuvo que sufrir nuestra "compañia" durante esas 13h. La verdad es que nos vinieron bastante bien algunos consejos para viajes largos en avión que había leido en el blog de Kirai.

Un poco antes de la hora prevista, a las 10:30 (hora local) aterrizamos en Kansai Osaka con los dedos cruzados por si nos habían perdido las maletas. Es un aeropuerto bastante curioso que está construido sobre una isla artificial.


En el avión habiamos tenido que rellenar los típicos papelitos de inmigración en los que dices que no llevas armas y que no eres terrorista, y ahora nos tocaba pasar por el control. Es muy parecido a USA: nos escanearon los pasaportes, las huellas dactilares y una foto con una cámara y listo... directos a por las maletas, que habían llegado sin problemas.

Ya estabamos en Japón!!!!!!

Lo primero que necesitábamos desesperadamente era hacer uso de un baño, así que, en el propio aeropuerto de Osaka tuvimos nuestro primer contacto con los baños japoneses limpísimos y llenos de botoncitos y de cosas que no sabes muy bien para qué sirven (nos sentiamos como Silvester Stallone en Demolition Man).

Acto seguido nos fuimos a ver dónde recogíamos nuestro JR West Pass de 1 día. Preguntamos en la oficina de información turística y nos indicaron dónde teníamos que recogerlo. Lo recogimos y preguntamos por el primer tren para Kyoto. Salía en 5 minutos... así que primera carrera a coger el tren. Tras equivocarnos conseguimos dar con el andén correcto y nos montamos por los pelos. En el tren descubrimos 2 cosas que nos acompañarían durante todo el viaje: las reverencias (el revisor hacía una reverencia cada vez que pasaba, y paso muchísimas veces) y las máquinas expendedoras de latas de café.

1h después llegábamos a Kyoto. Eran las 13:00h y el check-in del hotel no era hasta las 15:00h así que nos pusimos a buscar una taquilla en la estación de Kyoto (es enoooooorrrrme) para dejar las maletas. Había muchísimas taquillas, pero estaban TODAS OCUPADAS!!! Así que la única opción que nos quedaba era ir al hotel a dejar las maletas.

Una vez fuera de la estación había una especie de intercambiador de autobuses. No nos costó mucho encontrar el autobús que teníamos que coger y, además, el hombre encargado de vigilar y ordenar las colas de gente para los autobuses nos medio confirmó que estábamos en el sitio correcto. Un poco más complicado fue acertar con la parada en la que teníamos que bajar, pero tampoco tuvimos problemas. Lo que si costó bastante fue pagar el autobús: se paga al bajarte en vez de al subirte, y además hay que cambiar primero en una máquina y luego pagar el precio justo en otra.

Por fin llegamos al hotel y una señora bastante mayor nos recibió con un caluroso "Irashaimaseeeeee!!! Aruberuto Derugado-san?". Tras una breve conversación en japanglish (con palabros como "credito cardo") pagamos y pudimos ir a nuestra habitación pese a que todavía no era la hora oficial de check-in. Dejamos las maletas y volvimos a salir cagando leches para aprovechar las pocas horas de sol que nos quedaban (en japón, y más en estas fechas, anochece prontísimo).

Volvimos andando a la estación de tren deshaciendo el camino que habíamos hecho en autobús y aprovechando para comprar un redbull que falta nos hacía. Una vez en la estación cogimos el tren hasta el Castillo de Nijo (Nijo-jo). Nos gustó mucho, sobre todo porque era el primer monumento que veíamos. Lo que más nos sorprendió fué el colorido de los árboles y lo bonitos y cuidados que estaban todos los jardines. Cuando terminamos ya había anochecido, así que no nos daba tiempo a ver más monumentos y volvimos en tren a la estación.


En la estación estuvimos recogiendo información en la oficina de turismo, comprando un Kyoto City Bus One Day Card (500 Yen) para el día siguiente (en Kyoto el transporte más útil es el autobús ya que el metro tiene muy pocas líneas y paradas), viendo los centros comerciales y un árbol de navidad gigante con espectáculo audiovisual.


Después intentamos cenar algo, pero estábamos tan cansados y había tal cantidad de restaurantes y de gente que nos sentimos apabullados y acabamos volviéndonos al hotel.

De vuelta al hotel paramos en un supermercado y compramos algo para cenar y desayunar al día siguiente. En los 3 últimos días sólo habíamos dormido 2 horas en casa y algunas cabezaditas en el avión, así que un rato después caímos en la cama redondos...

Continuará...



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