jueves, 18 de febrero de 2010

Tubo de la Zapatilla

El finde pasado volví a subir a Jaca a esquiar, pero esta vez en Candanchú. Es una estación que no termina de convencerme, pero encontramos una oferta muy barata así que decidimos acercarnos. Además le tenía unas ganas tremendas al Tubo de la Zapatilla, y tenía el presentimiento de que esta vez, por fin, iba a conseguir bajarlo.

El Tubo de la Zapatilla es, junto con Loma Verde, uno de los intinerarios fuera de pistas más famosos de Candanchú y yo diría que de todo el Pirineo. Nunca me había atrevido a bajarlo, pero este fin de semana se juntaron todas las condiciones necesarias para poder hacerlo: nieve recién caída y muuuuucho frío (la nieve se conservaba estupenda), cielo despejado y visibilidad total (imprescindible para saber por dónde vas), y, por último, la más importante de todas, la compañía de Moisi, que está como una cabra.



La primera dificultad de este itinerario es llegar hasta el comienzo de la bajada. Para llegar hay que coger el telesilla Rey Juan Carlos, desde el que, mirando a la derecha, se puede ver durante casi toda la subida el collado que da acceso al tubo.

Una vez llegamos al final del telesilla hay que salir hacia la derecha, cogiendo la pista negra "Quebrantahuesos" manteniendonos siempre lo más a la izquierda posible para no perder altura. Los últimos metros antes de llegar al comienzo de la pista son cuesta arriba, así que hay que subirlos haciendo "escalerita" o quitándose los esquís. Moisés optó por la 2ª opción y yo por la 1ª, que resultó ser la más acertada, ya que a Moisi le costaba muchísimo subir sin escurrirse (incluso a 4 patas) y luego también le costó un poco volver a ponerse los esquis. Así que, mi consejo: si hay suficiente nieve, no os quiteis los esquis.

Una vez que llegamos hasta la parte alta del collado estuvimos hablando con unas chicas que conocian el itinerario y pidiéndoles consejo para llegar sanos y salvos hasta abajo. Nos dijeron que la nieve estaba muy bien y el único consejo fué que abajo del todo intentásemos pegarnos a la valla de la pista de esqui de fondo para poder llegar hasta el telesilla sin tener que remar.



Las chicas se marcharon y allí nos quedamos solos totalmente flipados con las vistas y la pendiente. Me sorprendió que la parte alta del tubo es mucho más ancha de lo que esperaba, pero también la nieve estaba más dura de lo que pensaba, así que una cosa compensó la otra. Empezamos la bajada con muchisimo cuidado, parando cada poco para seguir flipando con las vistas y con la sensación de estar completamente solos en semejante sitio. Era gracioso ver que cada vez que parabamos nos adelantaba toda la nieve que habíamos levantado que bajaba a toda velocidad por la cuesta. Una vez llegados a este punto ya no hay marcha atrás, así que mejor andarse con ojo.

Enseguida llegamos al famoso estrechamiento, que asusta bastante, pero como la nieve estaba bastante más blanda que al principio era bastante fácil controlar la velocidad. Justo al pasar por el estrechamiento Moisi se cayó y perdió un esquí. Fué un poco complicado llegar hasta el esquí, pero al final conseguí acercárselo.


Una vez pasado el estrechamiento ya sólo quedaba disfrutar.... toda la ladera para nosotros, nieve profundísima (cada vez que apoyaba el bastón se hundía prácticamente entero en la nieve) y bastante pendiente. A partir de aquí la única preocupación es conseguir llegar al telesilla sin tener que remar. Poco después llegamos al telesilla con un subidón tremendo y bastante cansados por la tensión y porque esquiar en nieve tan profunda a mi me cansa muchísimo.


Es bastante más fácil de lo que parece y ha sido, sin duda, una de las bajadas más alucinantes que he hecho nunca.

PD: Perdón por las fotos... están hechas con el móvil que es lo único que tenía a mano, y la 1ª está robada de wikipedia y yo sólo he pintado la línea del recorrido que hicimos.
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