Hoy nos esperaba un dia mucho más tranquilo. El plan era visitar Matsumoto y dormir en Nagano, cogiendo 3 trenes en los que atravesariamos los alpes japoneses y pasariamos un total de 4 o 5 horas. Primero un Shinkansen desde Shin-Kobe hasta Nagoya, después un tren express desde Nagoya a Matsumoto, y finalmente otro express desde Matsumoto a Nagano, en total casi 500km.
Nos levantamos sobre las 7:30 y estuvimos aprovechando el desayuno buffet del hotel. Tenian cosas occidentales y japonesas, así que probamos un poco de cada. Conseguí comerme un par de onigiri, pero la sopa miso para desayunar fué una misión imposible... sólo el olor me daba nauseas.
Salimos del hotel sobre las 9:00 y teníamos que coger el tren en Shin-kobe a las 9:25h. El metro tardó más de la cuenta en llegar y al final tuvimos que darnos una buena carrera para no perder el Shinkansen. El dia anterior habíamos hecho las reservas para los 3 trenes que íbamos a coger hoy pero no nos dimos cuenta de que la reserva del 1er tren nos la habían hecho en un vagón de fumadores, así que pasamos de la reserva y nos fuimos al vagón no reservado de no fumadores.
Llegamos a Nagoya sobre las 10:30h y tuvimos que preguntar para encontrar el anden de nuestro siguiente tren ya que casi no había letreros en inglés. Mientras esperabamos el siguiente tren aprovechamos para comprar algo para comer cuando subiesemos al tren. Compramos un sandwich, unas patatas y un ekiben (que es como se llaman las cajas de comida bento que venden en las estaciones).
A las 11:00 montamos en el Limited Express Wide View rumbo a Matsumoto. Los trenes Wide View son unos trenes especiales con las ventanas mucho más grandes de lo normal, y es que las vistas de los Alpes Japoneses que hay en el recorrido de este tren deben ser muy buenas. Digo "deben ser" por que no pudimos ver absolutamente nada... hacía muy mal tiempo y esta completamente nublado y a ratos llovía. Por lo menos nos entretuvimos comiendo antes de llegar a Matsumoto. Sobre las 13:00h llegamos a Matsumoto y, tal como dice en la LP, se oye como avisan por megafonía con un sonoro "Matsumotoooooooooo, Matsumotooooooooooo!".
Lo primero era dejar las maletas... buscamos las taquillas, las encontramos junto a una zona de espera y sorpresa!! La taquilla más grande era una poco más pequeña de lo normal, así que tuvimos que probar varias combinaciones y apretar bien todo para conseguir meterlo dentro. Curiosamente los japoneses que había al rededor no parecían extrañarse mucho con la que estábamos liando.
Hacía mucho frio y a ratos chispeaba, así que nos abrigamos lo mejor posible y nos fuimos hacia el Castillo. El Castillo de Matsumoto (600 yen) es el mayor atractivo de la ciudad. Es, junto con el de Himeji, uno de los pocos castillos originales no reconstruidos que quedan en Japón. Es mucho más pequeño que el de Himeji, pero el de Matsumoto es de color negro en vez de blanco. Justo al llegar al castillo empezó a llover menos e incluso paró de llover durante un buen rato. La visita incluye el interior del castillo y se puede subir hasta lo más alto de la torre. Cuando salimos del castillo estaba diluviando así que decidimos resguardarnos y pasar un rato en el museo que hay al lado del castillo (se accede con la misma entrada del castillo).
A las 16:05 volvímos a la estación para coger otra vez el Limited Express Wide View para continuar hasta Nagano. Seguía sin verse absolutamente nada y además ya estaba oscureciendo. En poco menos de 1h llegamos a Nagano y seguía lloviendo, por lo que, tras pasar por la información turística, nos fuimos andando al hotel, que estaba muy cerca de la estación.
A las 19:00h vimos que había dejado de llover así que decidimos salir a dar una vuelta. En Nagano prácticamente lo único que hay interesante es el templo y teniamos planeado visitarlo a la mañana siguiente, por lo tanto lo único que hicimos fué ver un par de centros comerciales, cenar y dar un paseo. En una tienda vi unas botellas de té de Evangelion que me gustaron mucho.
Para cenar fuimos a un restaurante de comida rápida japonesa. Hay varias cadenas de restaurantes de este tipo (Yoshinoya y Sukiya son 2 de las más famosas) y suele haber mogollón de restaurantes de estas cadenas por todas partes, sobre todo en los alrededores de las estaciones. En el que estuvimos no tengo ni idea de como se llama pero en la foto se puede ver el nombre en japonés. Casi todos estos restaurantes son muy baratos y los platos principales son más o menos los mismos: arroz con curry y donburi (un cuenco de arroz con algo encima). La mecánica también es más o menos la misma: en la entrada hay una máquina en la que echas el dinero, pulsas el botón de lo que quieres (por suerte hay algunas fotos) y te imprime unos tickets para que se los des al camarero y te sirva. Pedimos 2 gyudon (arroz con carne "no sabemos de qué") y un arroz con curry, y con cada plato venia una sopa miso de regalo (total 960 yen). Como siempre el té y el agua gratis. Tenía tanta hambre que no me acordé de hacer una foto a la comida hasta que habámos terminado.
Creo que todavía no he comentado nada sobre los váter electrónicos japoneses así que aprovecho este post que es un poco más corto de los demás para poner una foto. El asiento tiene calefacción, que se regula con uno de los botones, parece una tontería, pero después de haberlo probado, ahora en invierno cada vez que voy al baño me acuerdo del váter japonés. Y también tienen una función "bidet" y "ducha" con varos chorros que salen hacia arriba o hacia abajo dependiendo de la función que hayas configurado.
Al día siguiente íbamos a madrugar un montón para poder visitar el templo de Nagano durante el amanecer, así que nos fuimos pronto a la cama.
Continuará...
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